martes, 31 de agosto de 2010

Por el derecho a manifestarse

Por *Ximena Poo Figueroa.
Fotografía: Francisco Carrillo 

Derecho a manifestarse, a materializar el espacio público en las calles. Desde la libertad de expresión y desde una perspectiva de derecho, salir a las calles, vivir la experiencia, estar con otros por una causa común, vinculándose con los sentidos de construir ciudadanía. ¿Democracia representativa o democracia directa? La primera, situada en los planos del Estado liberal moderno, la segunda en el lugar de lo posible.

¿Otra forma de gobernar…? Se equivoca el presidente Sebastián Piñera y su administración si piensan que la democracia se amplía con reprimir la manifestación. Se equivocan si piensa que salir a las calles es un acto antidemocrático, que perturba a los “buenos” ciudadanos. Es todo lo contrario, porque el “orden” democrático está constituido por la formación de las clases, de las experiencias, de la ideología practicada, las voces articuladas por un fin que trasciende a la política de los efectos. La fuerza pública debería estar ahí para proteger a quienes se manifiestan, dialogando porque la voz no sea perturbada por un lumpen sin posición política que, finalmente, termina siendo reaccionario; para que la voz no sea perturbada por la violencia del Estado. No obstante, no hay que olvidar que ciertas dosis de anomia también movilizan procesos y dan cuenta de estallidos por ahora simulados.

Se equivoca el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, si piensa que la democracia es sólo de papel y representativa. ¿Por qué tener miedo a la manifestación ciudadana? Es el espacio público de las redes, de la conciencia que busca su lugar en el ser social, el que se vuelca a las calles por mayor equidad y justicia social en un país donde los niveles de desigualdad son escandalosos; se vuelca a las calles por condiciones labores que vulneran los derechos fundamentales; se vuelca por una educación pública de calidad, donde el Estado sea el responsable; se vuelca por la defensa de ecosistemas únicos (Patagonia, Punta de Choros, Pascua Lama y tantos otros) que deben doblarle la mano a la depredación que promueve el modelo; se vuelca en defensa de la justicia por los presos políticos mapuche que son procesados por una justicia parcial que violenta su defensa y los mantiene en una huelga de hambre silenciada; se vuelca por mayor pluralidad mediática.

En ese contexto, la legitimidad de la democracia está dada en el sentido de que la manifestación es constitutiva de esa misma democracia. En este espacio de juego, por tanto, si no hay manifestación no hay democracia. La vida colectiva -¿existe aún?- no puede permitirse más seguir siendo un espectáculo mediatizado, en donde se condena la manifestación como un acto al que se teme porque puede revertir un orden que despoja. Manifestarse es reconocer la fisura en ese orden, reconocer el malestar, el hastío, el “mundo feliz” que no es tal. Manifestarse es reconocer que el objetivo de la política es la libertad y no la felicidad.

Salir a las calles en libertad para demostrar un malestar y no sólo por divertimento es experimentar ese respiro democrático que significa sentirse parte de un proceso histórico-social que en ningún caso es estático e inamovible en la vida social y política que involucra al sujeto social que recoge al ser individual, “arrojado”. Y porque muchos no queremos ser “arrojados” es que reclamamos el derecho de materializar y visibilizar descontentos con el fin de contribuir a ampliar –desde este lugar y otros- la igualdad por las posibilidades efectivas de participación.

¿Otra forma de gobernar…? Cuando se ha salido a otras calles en otras latitudes, regidas por otras formas democráticas que dan garantías de “vivir en paz” esa posibilidad como un proceso y no como una anécdota, cuesta mucho pensar que en Chile cambiarán las cosas. Porque sentir miedo de salir a las calles para abrirlas a voces, es una de las peores cosas –en tanto síntoma y efecto- que le puede pasar a la democracia.

*Ximena Poo Figueroa es Directora de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile. Periodista, Doctora © en Estudios Latinoamericanos y Magíster en Relaciones Internacionales y Comunicación.

2 comentarios:

  1. Aprovechando de que queremos manifestarnos...

    COMUNICADO OFICIAL



    La Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP), desea manifestar su profunda molestia con respecto a la situación actual de los investigadores en postgrado del país. Esta situación radica en el retraso y/o suspensión de las siguientes becas y concursos otorgados por el Gobierno de Chile a través de CONICYT, mediante el Programa de Capital Humano Avanzado:



    1.- Beca para estudios de Doctorado y Magíster en Chile, admisiones 2009-2010.

    2.- Beca de Término de Tesis Doctoral en Chile Año Académico 2010.

    3.- Becas para asistencia a Eventos y Cursos Cortos en el Extranjero para estudiantes de Doctorado; convocatoria 2010.

    4.- Apoyo a la Participación de estudiantes de Doctorado en Reuniones de las Sociedades Científicas Nacionales y en Congresos Internacionales en Chile; Primera Convocatoria 2010.

    5.- Beca de Apoyo para la Realización de Tesis Doctoral Año Académico 2010; Primera convocatoria.

    Durante los últimos años ha quedado patente que instituciones como CONICYT carecen de la autonomía y recursos suficientes para cumplir de forma intachable la labor más importante en términos de Ciencia y Tecnología para el país: el desarrollo del Capital Humano Avanzado nacional.

    Esta lamentable situación atenta contra el desarrollo profesional de los científicos chilenos, por lo que ANIP hace un llamado público a todos los actores relevantes de las ciencias y las humanidades del país, para que este día jueves nos expresemos frente a la sociedad y las autoridades, demandando un nuevo trato hacia la comunidad científica, que respete al Capital Humano Avanzado y resuelva los problemas administrativos sin afectar nuestra labor profesional.



    De esta forma convocamos a toda la comunidad científica a unirse a la movilización que se realizará este jueves 2 de septiembre a las 13:00 hrs en la esquina de las avenidas Providencia y Salvador, Estación de Metro Salvador.

    Esperamos que otras movilizaciones se realicen a lo largo del país a la misma hora.

    Mayor información en el portal ANIP.cl y nuestras redes sociales de Facebook y Twitter.



    Directiva ANIP

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  2. http://200imagenescontraelbicentenario.blogspot.com/

    manifestación critica desde la gráfica en contra del bicentenario y su parafernalia

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